Saturday, October 5, 2019

Hakuouki ~Edo Blossoms~ Ruta de Kazama: Escena 1 (“¿Pretendes que intente algo contigo?”) [Traducción al español]


~Edo Blossoms~ 
Kazama — Capítulo 1
[Galería: Escena 1, Imagen 1-4] — En una casa abandonada / Junto al fuego
La casa en sí era muy modesta en tamaño. Una fina película de polvo cubría cada centímetro del suelo, dándome la impresión de que había estado deshabitada desde hacía años...
Chizuru: Umm, ¿en serio está bien que entremos sin anunciarnos?
Kazama: Hmph. Le llamaría más una cabaña que una casa. Bastante austera, ¿no es así? Es evidente, sin embargo, que nadie vive aquí, así que seguramente a nadie le importe. O, ve y duerme afuera si quieres. Te garantizo que estarás congelada para la mañana.
Chizuru: […]

Aunque la idea de irrumpir en la casa de alguien más me inquietaba de cierta manera…
No había forma de que fuera a morir aquí. No antes de descubrir la ubicación de mi padre y mi hermano, y socavar sus terribles planes. Por fortuna, Kazama encontró un cuarto con unas deslucidas sábanas, así que al menos, no me congelaría como él sugirió. Los ojos de Kazama vagaron por la habitación atentamente, y avanzó hacia la hundida hoguera, agachándose para tomar una pizca de hollín viejo entre los dedos.

Chizuru: […]

Estar sola en ésta casa abandonada, con él, me ponía de nervios, aunque no quisiera admitirlo. Sin nada en qué contribuir a la conversación, mantuve mi silencio, observándolo examinar la hoguera. Los ojos de Kazama se entornaron, mientras frotaba su barbilla con calma. Tras un momento, estiró la mano hasta su bolsillo, agarrando trozos de roca para tratar de encender la hoguera.

Chizuru: Umm, ¿Kazama? Si estás intentando prender el fuego, puedo hacerlo.
Kazama: Sólo calla y siéntate bien. Esto nos calentará dentro de poco.
Chizuru: Pero, ¿hacer un fuego no es un poco más complicado que eso…?

Cuando vivía en Edo con mi padre, o incluso cuando vivía con el Shinsengumi, era raro que necesitáramos prender un fuego de la nada. Con frecuencia, podíamos confiar en la hospitalidad de los vecinos para proveernos de materiales cuando estaban disponibles.

Kazama: Sí, hacer un fuego puede ser bastante difícil. Pero sólo un humano se escaquearía de la dificultad. Está en su miserable naturaleza.

Kazama sostuvo cada pedazo de roca en sus manos, golpeándolas una contra otra en un veloz movimiento para producir chispas. Una vez más, buscó en su bolsillo, sacando de ahí un trozo de pergamino como reemplazo de madera, sobre la pequeña, hundida hoguera, y volvió a entrechocar las rocas. Después de unos segundos más, las chispas se volvieron ascuas sobre el pergamino. Kazama sopló sobre la flama, creando fuego donde no lo había habido en años.

Chizuru: […]

Aunque Kazama era quien había sugerido que pasáramos la noche en ésta sucia casa…
No lucía agotado en absoluto.
Tal vez, me pregunté, sólo había sugerido que descansáramos por mi bien, lo que me hizo sonrojar.

Kazama: Acércate un poco más a la fogata. Estás temblando.
Chizuru: Oh, ¡okay!

Hice lo que pidió, y me aproximé a él junto al fuego, extendiendo mis manos para conseguir calor. Mis manos, que se habían entumecido por la fría, ventosa noche, hormiguearon al regresar la sensación.
Una sombra se retorcía y vacilaba sobre el estoico rostro de Kazama mientras contemplaba las llamas silenciosamente. Mientras miraba a Kazama, me di cuenta de que no sabía casi nada de él, mucho menos de la historia de su gente, o de dónde venía. Para mí, eran simplemente Demonios política e ideológicamente en oposición al Shinsengumi. Y que, como mujer Demonio, era su objetivo. Hasta ese punto llegaba mi conocimiento, ya que su gente se había refugiado en secreto por generaciones, tanto que ni siquiera yo tenía idea de que yo misma era un Demonio. Todo lo que sabía era que Chikage Kazama, Kyuju Amagiri y Kyo Shiranui eran todos fieros, astutos guerreros. Todo lo demás era un completo enigma para mí.

Chizuru: ¿Kazama…? ¿Te importaría compartir conmigo algunas historias sobre nuestra gente? ¿Sobre los Demonios?
Kazama: ¿De dónde vino eso?
Chizuru: Si todo lo que Sen, mi padre, mi hermano y tú dijeron es verdad… Entonces yo también soy parte del Clan Demonio, ¿verdad? Pero no puedo evitar sentirme tan desconectada de todo eso. No tengo idea de dónde vienen los Demonios, por cuánto tiempo han estado, o tan siquiera qué son. Es por eso que quería saber más sobre mí misma, y más sobre todos ustedes, también.

Estaba viendo directo al rostro de Kazama, observando sus ojos escarlata fijarse en el fuego desdeñosamente. Por un momento estuvo en silencio, hasta que giró su rostro en mi dirección con disgusto.

Kazama: No soy un historiador. No sé cómo llegaron a existir los Demonios, ni cuándo decidieron establecerse en éste país. Pero una cosa sé por seguro… El ciclo de lucha y derramamiento de sangre entre Demonios y humanos es tan viejo como el tiempo. Nosotros los Demonios nunca perderemos contra un humano si se trata de un duelo uno-a-uno, pero… Lo que los humanos tienen, que nosotros no, es la bendición numérica. El tigre podrá ser el más fuerte cazador de la selva, pero hay un límite de cuánta presa puede cazar. La ambición humana, sin embargo, no tiene límite. Así que, Demonios decidieron autoexiliarse como medida contra la fuerza destructiva de los humanos.

Chizuru: […]
Kazama: Sin embargo, algunos Demonios eligieron resistir la afrenta de inferioridad avanzando por nuestras tierras. Su resistencia probó ser fútil. Al final, los exterminaron sin remordimiento.
Chizuru: Si alguna vez te contaron las leyendas o los cuentos de “Demonios” en el pasado…
Kazama: Aquí es donde se origina su leyenda. Algunos de ellos –aquellos que sobrevivieron, cuando menos- siguen, viviendo en las sombras por todo el país.
Chizuru: […]

Me pregunté a mí misma cómo los clanes habrán lidiado con verse orillados a ocultarse…
Escuchar a Kazama hablar de la historia de su genta tan fríamente me causó tantas preguntas…
Yo…

Chizuru: Ahora que lo mencionas, creo que recuerdo algo que Sen me dijo en el pasado… Sen me dijo que mi familia –el Clan Yukimura- tenía un gran prestigio entre algunos otros clanes. ¿De casualidad sabes algo del Clan Yukimura, Kazama?

Todo lo que había aprendido venía de Sen, que descendía de la línea de uno de los más grandes clanes en la historia de nuestra especie.

Chizuru: También me contó que la aldea Yukimura fue destruida por humanos…

Si Kazama podía esclarecer lo que fuera relacionado al destino de mis ancestros, entonces quería saber…
Miré de regreso a él con curiosidad, pero él volteó la cabeza.
Kazama: La historia de tu familia es algo sobre lo que estoy pobremente informado. En ciertos sentidos, puede que estés más al tanto que yo.
Chizuru: Ya veo…
Kazama: Tendrás que preguntarle a Kodo, o a Kaoru Nagumo tú misma cuando llegue el momento. Eso es si deciden compartir la verdad contigo.
Chizuru: Bueno, ¿sabes algo acerca de cualquiera de las otras familias de la misma región?
Kazama: Cada región tiene un puñado de clanes gobernado por cada uno de sus miembros más fuertes, pero ahora... No hay ni el ímpetu ni la infraestructura para comunicarnos, dejando nuestras actividades en la oscuridad para los vigilantes ojos de otros clanes Demonios.
Chizuru: Ya veo… Gracias.

Era un tanto decepcionante escucharle decir eso, así que moví los ojos hacia los vacilantes brazos del fuego. La flama continuó crujiendo, resaltando el silencio entre Kazama y yo.

Kazama: Empezamos mañana temprano. Quizá sería mejor para ti que descansaras ahora.

Honestamente, quería seguir charlando con Kazama un poco más, pero…

Chizuru: Tienes razón. Creo que lo haré, entonces.

Aún quedaba mucho de la montaña que teníamos que atravesar a pie, así que necesitaba cada minuto de descanso que pudiera conseguir.
No fue hasta que me acerqué más a las cobijas que me percaté de qué tan enmohecidas y con olor a humedad estaban.

Chizuru: U-um, ¿Kazama? ¡¿En serio esperas que duerma aquí?!”
Kazama: ¿Disculpa? ¿Cuántos otros cuartos ves?
Chizuru: ¡P-pero--!

Mientras escuchaba cuidadosamente por algún sonido fuera de la casa, no encontré ninguno. Ni un solo pájaro o insecto. Al parecer, lo único de vida en un rango de una milla éramos Kazama y yo. Es verdad; sólo nosotros, solos.

Kazama: ¿Qué pasa? ¿No te habías acomodado para dormir?
Chizuru: ¡Y-ya sé!

Aunque los dos éramos Demonios, y a pesar de cómo he estado vestida, permanecía el hecho de que Kazama era un hombre, y yo, una mujer. Aquí estábamos, los dos. Durmiendo bajo el mismo techo como si fuera cualquier cosa… No quería alertar a Kazama de mi comportamiento, pero sólo por si acaso… Discretamente jalé el lecho de junto a su cama al rincón más lejano junto al fuego. Sin importar qué tan furtiva traté de ser, Kazama se dio cuenta de inmediato y me sonrió burlonamente.

Kazama: Bien. Noté cuán incómodamente tus ojos se habían estado moviendo, pero ahora, todo tiene sentido.
Chizuru: ¿T-tienes algún problema con eso? Es decir, soy una mujer… ¡Sólo pensé que más vale prevenir que lamentarse!

¿Por qué soltó una risita?
Sus ojos se entrecerraron, desplazándose hacia mí. Habló ásperamente, su voz apenas arriba de un susurro.

Kazama: ¿Pretendes que intente algo contigo?
Chizuru: ¡C-claro que no!

Mis mejillas estaban ardiendo, y no por el fuego.

Kazama: Sólo estoy molestándote. Me tomas por un repugnante mal educado, ¿no es así? Los Demonios mantienen el decoro y la tradición con alta importancia. No temas, pues no te pondré un dedo encima hasta que nuestro matrimonio esté oficializado.
Chizuru: ¡¿M-matrimonio?! Pero yo no tengo deseos de casarme conti--
 Kazama: Olvídalo. Sólo duerme un poco… Mañana será incluso más agotador. Te convendría descansar.
Chizuru: …Está bien.

Kazama me espetó con dureza, pero sabía que sus intenciones eran amables, así que hice como pidió y me deslicé tentativamente en el mohoso, húmedo lecho. Aunque, no podía dejar de decirse, seguía escéptica de Kazama. Pero por ahora, tenía que confiar en que no me mentiría, ni se aprovecharía de mí estando bajo su custodia. Más importante que eso, era mucho más pertinente que me preocupara del paradero de mi padre y Kaoru. Me aterraba la idea de los nuevos Furias de Padre despiadadamente rebasando al Shinsengumi con su bestial hambre… Debo hacer lo que sea necesario para detenerles…
Cerré los ojos, insegura, durmiéndome mientras el fuego crujía inquietantemente detrás de mí.

. . .

Mientras despertaba…

Chizuru: ¿H…uh…?

Cada parte de mi cuerpo dolía, y se sentía como si hubiera cerrado los ojos y los hubiera reabierto un segundo más tarde.
Kazama: […]

Kazama estaba fijo en su sitio, sentado exactamente como había estado cuando me había quedado dormida, dándome la extraña sensación de distorsión del tiempo. Los rayos del sol se refractaban a través de la ventana, iluminando la nube de partículas de polvo flotando en la habitación. Un gorrión gorjeó alegremente en el exterior. Era de mañana, sin duda.

Chizuru: ¿Ya es de mañana…?
Kazama: Ah, ya despertaste. En cuanto estés lista, partiremos.
Chizuru: Vale…

Aunque se sintió como si no hubiese dormido en absoluto… Cuando menos, había logrado recuperarme un tanto del día anterior, justo a tiempo para otra travesía físicamente demandante.

Chizuru: Umm, ¿Kazama? ¿Te quedaste despierto toda la noche?
Kazama: Bueno, no toda la noche…

…O eso dijo Kazama, yo tenía otra idea. Era probable que observara el fuego hasta el amanecer, avivándolo silenciosamente en anticipación a la mañana.

Chizuru: Gracias…
Kazama: ¿Por qué me estás agradeciendo? No recuerdo haber hecho nada para merecer tu gratitud. Sólo apúrate y alístate. Quieres encontrar a Kodo lo más pronto posible, ¿no es así...?



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[Escenas de la galería de Kazama traducidas: 1/10]
Eres libre de ocupar la traducción si gustas, lo único que pido es que se me acredite. Me encantaría ver qué uso se le da ❤
Página/Edición alterna disponible en cherryblossomfist.wordpress.com

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