Wednesday, February 19, 2020

IkeVamp - Last Love [Event] - Leonardo - Capítulo 2

Last Love - Leonardo - Capítulo 2

Me he enamorado del genio con múltiples talentos, Leo. Con una insaciable sed de saber, parece estar buscando algo…
Si tuviera que describir nuestro amor con una palabra, sólo podría ser llamado destino… 


Parte 1
Leo: Puedes estar justo aquí conmigo, pero es como si estuvieras mirando a algo muy lejos… No puedo dejarte sola o podrías irte a algún sitio donde no puedo seguirte.

(Oh, Leo)

¿Cómo podían esos ojos, tan desbordantes y ambarinos que eran casi dorados, ver la verdad en mi corazón con tanta facilidad?

(Pensé que sólo estaba interesado en mí porque era una rareza. Pero era más que eso)

Leo: …Eso, y quiero saber más de ti. Así que, ahí lo tienes. ¿Simple, verdad?

Mi pulso se aceleró.

(¿Es eso simple? Parece que hay más)

Leo era como el viento. Imposible de capturar. Por lo que ni siquiera yo podía ver sus verdaderas intenciones.

MC: Eres demasiado amable con alguien que los dejó a todos atrapados en este lugar.
Leo: Estoy seguro de que ustedes dos tenían sus razones… Tu mayordomo dijo que estás buscando un compañero—un esposo. ¿Es eso cierto?

(Sebastian, ¿Es ESO lo que dijiste para atraerlos hasta aquí? ¡No puedo creerlo!)

MC: S-sí. Sí, eso es.
Leo: En cualquier caso, me gusta este lugar. Me gusta que puedo pasar tiempo contigo.

Sí parecía pasarla bien. Leo era un hombre que parecía poder encontrar gusto en todo.
Me percaté de porqué eso me ponía triste.

(…Iba a decirle la verdad, pero ahora tengo miedo. Leo es demasiado generoso para un humano. Seguramente dejaría todo lo que posee a cualquiera que se atreviera a pedirlo. Se convertiría en un vampiro si le dijera una sola palabra)

No pude soportar devolverle su reluciente mirada un momento más. Me levanté para irme.

MC: Voy a retirarme por esta noche. Gracias por tu compañía.

Cuando di un paso hacia la mansión—

Leo: MC.
MC: ¿Sí?

Me giré.

Leo: Un día, tus ojos brillarán de nuevo… Alejaré toda la tristeza en esos hermosos ojos, para que sólo puedas mirarme a mí.

Parte 2
No podía quedarme más…
Las palabras de Leo habían removido la base sosteniendo toda mi negación, cada una de mis defensas contra él.
Y el corazón roto que sentí cuando me di cuenta de que estos sentimientos eran auténticos fue demasiado.

Leo: Nos vemos mañana. Buenas noches.
MC: …Sí. Buenas noches.

Traté de no mirarlo mientras agitaba su mano en despedida.
Una vez en mi cuarto, cerré la puerta y me hundí en el suelo.

(Le dije a Sebastian que esto no podía ser amor—Pero sí es amor. De mi parte)

Amor tan agridulce que destrozó mi corazón como el paso del tiempo consumía mi cuerpo.
Lo sentí innegable. Ya que nosotros los vampiros anhelábamos la sangre de aquellos que amamos—y yo sentía la necesidad de Leo más allá de mi voluntad, más allá de mi decisión de no convertir a nadie.

(Pero ese es el problema. No puedo morderlo)

No podía matar al hombre que amaba.

(…La vida que le daría a cambio, la vida de un vampiro, no es lo que yo llamaría vida)

Él no estaría solamente abandonando todo lo que conocía. Sería forzado a verlo crecer y morir sin él, expuesto a aplastante dolor.

(Sebastian puede haber tratado de prepararlos diciéndoles el cuento de que estaba buscando un esposo, pero no es lo mismo. No es como si sólo pudiéramos…)

Leo: Un día, tus ojos brillarán de nuevo… Alejaré toda la tristeza en esos hermosos ojos, para que sólo puedas mirarme a mí.

(…¡Oh, pero si pudiéramos! Si Leo y yo sólo pudiéramos estar juntos, ¿qué tan maravilloso sería cada día?)

Traté de no dejarme a mí misma soñarlo, sabiendo que para nosotros los sangre pura, la despedida siempre es inevitable.
Pero ni siquiera nosotros podemos seguir sin sueños…

…Después de eso, traté de distanciarme de Leo.
Porque si él me ponía en su regazo, si me sonreía, no podría pretender que todo estaba bien y divertido.
Ya me había abierto con él, hablado de cosas que no le había dicho a otra alma.
…Y estaba asustada de que podría llegar a decirle de mi destino cuando la luna llena se alzara.

Un día—
Mientras pasaba por los pasillos, noté que la puerta de Leo estaba abierta.
Estaba adentro, sentado y trabajando en algo. ¿Un dibujo? Parecía enfrascado en su trabajo.

(¿Qué podría estar haciendo?)

No era correcto quedarme ahí, pero no podía apartar la mirada. De pronto, Leo se giró.

Leo: Espiando el cuarto de un hombre. ¿Eres una propia dama noble o no?

(¡Me notó!)

Parte 3
MC: ¡D-disculpa! Pero esta es mi casa. Y además, la puerta estaba abierta y—

Leo rio con una grave, áspera risita.

Difícilmente podría ser llamada melodiosa, y aun así hallé su risa como música para mis oídos.

Leo: Si la puerta está abierta, entonces supongo que eso significa que deberías pasar.

(¿Confío en mi misma para estar sola con él?)

No podía luchar contra la magia del corazón que me hacía querer pasar cada momento con Leo.

Leo: ¿Necesitas una silla?
MC: No tiene caso ofrecer tu regazo de nuevo. Me rehuso firmemente. 

…Me hubiera encantado eso. Estar tan cerca de él como fuera posible. Pero haría mis sentimientos muy obvios si lo hiciera.
Leo rio, pensando que estaba nerviosa.
Rápidamente empujó una pila de objetos del sofá para dejarlo libre para mí.

Leo: Tu asiento, mi principessa.

Hizo un amago de reverencia, aunque pensé divisar verdadero respeto en el gesto.

MC: Gracias.

(Realmente te amo)

Había vivido mucho más que él, y aun así el abismo de años separándonos parecía pequeño cuando sonreía.

Leo: Acabo en un momento.

Leo regresó a su trabajo.

MC: ¿Qué estás haciendo, por cierto?

(Hay muchos más papeles en su escritorio que la última vez que estuve aquí)

Leo: …Construyendo diseños.
MC: ¿Eres un… arquitecto?
Leo: En entrenamiento. También un pintor en entrenamiento. Y un astrónomo en entrenamiento. Y matemático…
MC: ¿Estás entrenando para hacer todas esas cosas?

Leo me miró con una sonrisa torcida.

Leo: También estoy estudiando geografía, botánica, y música.
MC: ¡¿Qué?! ¡¿Cómo puedes hacer tantas cosas?!
Leo: ¿Cómo puedes no hacerlo? ¡El mundo es enorme y fascinante! ¿Quién dice que tienes que restringirte a aprender sólo una cosa?

(…Nadie, supongo)

Había vivido lo suficiente como para estudiar incontables temas, y aun así había elegido aislarme de la vida.
Tal vez era esta actitud que hacía que Leo pareciera mucho más sabio que los años que tenía.

MC: Eso es impresionante. Y aun así, no parece que haya bastante tiempo para hacer todo eso.
Leo: No, probablemente no. Triste que la vida se pase tan rápido…

Leo dejó su lápiz y se levantó de su diseño terminado.

(Hay más que quiero preguntarle)

MC: Leo, ¿cómo es tu vida en la ciudad?
Leo: Tienes muchas preguntas para mí hoy. Normalmente, yo soy quien va preguntando.

Parte 4
Leo tomó asiento junto a mí en el sofá.
Estar en mayor cercanía hizo que mi corazón se acelerara.

MC: ¡Es porque he estado demasiado ocupada respondiendo todas tus inquisitivas! Nunca me dejas tiempo para preguntar nada.

(“¿Cómo funciona la reja?” “¿Cuál es la diferencia entre vampiros mayores y menores?” “¿Cómo es vivir por siglos?” Ahora que sé que su curiosidad impulsa sus muchos estudios, no me molesta tanto)

Pero cuando llegó por primera vez, las incesantes preguntas eran… eran…

(…Resultaban familiares, de algún modo. Se siente como que puedo recordar otra alma curiosa siguiéndome, haciendo preguntas)

No es raro confundir memorias tras varios siglos, pero me molestaba que no podía recordar esta. Se sentía importante.

Leo: …¿Querías saber sobre mi vida en la ciudad?

Su voz me trajo de vuelta a nuestra conversación.

MC: Sí, si no te molesta. Me gustaría saber más de ti. Dónde vives, y qué haces.
Leo: Donde vivo es… en todos lados. ¿En cuanto a qué hago? Supongo que puedes llamarme un Aprendiz de Todo[1]. Ayudo a quien sea que lo necesite. Siempre hay alguien con algún problema, ¿verdad? No hay bastante gente para escuchar. Pero yo escucho, y los ayudo a resolverlo.

(Puedo fácilmente imaginarlo haciendo eso)

Leo vivo, rodeado de gente, todos sonriendo con alivio de que estuviera ahí.

MC: Tú amas a la gente, ¿no es así?

(Incluso estás tratando de ayudarme después de ver qué tan solitaria estoy, ¿no es cierto?)

Leo: Sí, pero hay otro motivo por el que no me quedo en un solo sitio y con una sola cosa.
MC: ¿Por qué?
Leo: …He estado buscando a alguien…

Sus ojos eran calientes como una flama.

Leo: A donde sea que voy, intento reunir cuanta información puedo sobre esta persona. Esperando que si ayudo a bastante gente, alguien podría ayudarme a encontrarle…
MC: Oh, ya veo.

(…Realmente no puedo hacerlo. No puedo convertirlo… No puedo forzar a Leo a permanecer aquí. Hacerlo abandonar su búsqueda)

La persona que estaba buscando muy seguramente estaba esperándole, también.

(Un hombre tan bueno como Leo no es mío para apartarlo del mundo)

MC: …Pronto será luna llena. Y entonces podrás regresar a tu búsqueda.
Leo: ¿Qué hay con eso? ¿Tú tan feliz de ver que me vaya? ¿O estás diciendo eso para tratar de en su lugar impulsarme a quedarme aquí contigo, vampira mía?
MC: ¡Esa es una idea absurda! ¡Honestamente, ustedes humanos y sus imaginaciones!

(…Desearía que pudieras quedarte…)

Desearía que pudiera convencer a Leo de abandonar su búsqueda y quedarse conmigo.
Y si lo convertía en un vampiro, podría tener todo el tiempo del mundo para estudiar y perfeccionar todas las áreas que pudiera soñar.
…Sólo quería estar con él. En cualquier forma.

(¿Cuándo me enamore tan profundamente de él?)

No temía mi muerte en la luna llena. Temía no volver a ver a Leo nunca.

Leo: Dime…

Leo clavó su mirada en la mía.

Leo: No podemos dejar esta mansión hasta la luna llena, pero si quisiera volver por otro mes o dos para verte, ¿podría?

Parte 5
Leo no estaba preguntando porque quisiera conocer la mecánica de este sitio.
Estaba haciendo una pregunta diferente.
Pretendí no escucharla y asentí.

MC: Sí, por supuesto. Es… bastante simple.

No era exactamente una mentira.

(Cuando la luna llena llegue, la magia de este lugar se debilitará definitivamente con mi muerte. Él podría ir y venir como quisiera, pero Leo no sería capaz de volver a verme nunca)

No podía admitirle eso a él. Si Leo regresaba a preguntar por mí, le dejaría a Sebastian el decidir qué decir.

Leo: …Entonces mantén mi cuarto así para mí. Porque volveré a verte. Lo prometo.

Leo estiró la mano para cubrir la mía.
Colocó un objeto en ella.
Era un hermoso reloj de bolsillo. Viejo, pero de cuidadoso trabajo.

MC: ¿Por qué es esto?
Leo: Considéralo certeza de nuestra promesa. Deberías sostener eso hasta que te vea de nuevo.
MC: Parece una antigüedad. ¿Estás seguro de que no quieres conservarlo contigo?
Leo: …Quiero que lo tengas. Consérvalo.

Leo sostuvo mi mano fuertemente, presionando el reloj en ella con una profunda, emoción no hablada.

(…Pero nunca podré regresártelo)

Aun así, lo acepté. Soltó mi mano y me encontré presionando la tapa del reloj para abrirla.

MC: ¿Hmm? Leo, este reloj se ha detenido. ¿Cómo haces que funcione?
Leo: No puedes. Necesitas algo especial… Algo que ya no tengo.
MC: ¿En serio? Es un reloj tan hermoso. Es una pena pensar que no volverá a funcionar.

De pronto Leo empezó a reír.

Leo: …¡Podría pasar! Nunca se sabe.
MC: ¿Qué significa eso?
Leo: Nada. Sólo… un deseo mío.

~Fin del capítulo 2~

[1]: “Aprendiz de Todo, Maestro de Nada”

~Traducción por Daisy Doe~

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