Last Love - Leonardo - Capítulo 1
Me he enamorado
del genio con múltiples talentos, Leo. Con una insaciable sed de saber, parece
estar buscando algo…
Si tuviera que
describir nuestro amor con una palabra, sólo podría ser llamado destino…
Parte 1
Érase una vez,
había una vampira. Una sangre pura, la última de los llamados inmortales…
Ya que si no
bebía de un mortal pronto, su cuerpo fallaría y moriría.
Después de
siglos sola, sin conocer el amor, y con nadie mas que su mayordomo de compañía,
su tiempo estaba llegando a su fin.
La última de
los vampiros sangre pura se tornaría en polvo la noche de luna llena.
Y aun así,
incluso si significaba su supervivencia, la última vampiro sangre pura no podía
obligarse a morder a un mortal…
Ya que hacerlo
cambiaría por siempre a ese mortal en un vampiro –un acto peligroso, uno que
nunca podría cambiarse…
Cansada del
vacío de la perpetua existencia, la última sangre pura se retiró a su mansión
en lo profundo del bosque, para esperar su final.
Pero su
mayordomo, el fiel vampiro menor, Sebastian, no la dejaría desaparecer tan
fácilmente. Para animarla a convertir a un mortal—engañó a cinco hombres
humanos de la villa y los atrapó en la mansión por medio de los extraños
poderes de la mansión.
Al comienzo,
temían a la última sangre pura y desfallecían sobre lo que ella podría llegar a
hacerles. Pero eso sólo fue al inicio…
Con el tiempo,
empezaron a abrirse con ella. Uno, en particular, pareció tornarse casi
encariñado. Un cariño, pareciéndose al amor…
¿La última sangre
pura elegiría convertir al mortal en vampiro…? ¿O lo liberaría, y al hacerlo,
acabaría su larga historia?
La luna llena
se acercaba. El poder de la mansión disminuía. El poder reteniendo a los
hombres ahí desaparecería… como también la ultima sangre pura…
Un profundo,
peligroso y mágico bosque rodea la mansión…
Es por eso que
puedo vivir sin miedo de visitantes. Pero de vez en cuando, en una ocasión
particularmente rara, un humano vagaba al interior…
Chico: …Para ti.
El jovencito
extendió la mano. En ella, sostenía una pequeña llave de metal.
MC: ¿Una llave? ¿Para qué es?
Chico: Algo especial. Consérvala… Es un regalo
por contarme todas esas historias.
El chico me
miró brevemente, luego hacia abajo, sonriendo apenadamente. Su otra mano estaba
enfrascada en su bolsillo, apretando algo.
Mientras me
arrodillaba, me miró de vuelta, ojos como el sol de mañana, brillantes con
curiosidad.
MC: Gracias.
Sonrió de nuevo
mientras yo tomaba la llave.
Chico: …¿Te veré de nuevo?
MC: Si lo deseas. Pero yo me alejaría de bosques y otros
lugares peligrosos si fuera tú. Ahora, ten cuidado camino a casa.
Él asintió, se
giró y se fue, corriendo hacia la luz. Era una brillante, blanca luz…
Fue entonces
cuando me di cuenta de que estaba soñando. Un sueño del pasado…
(…Ese viejo,
nostálgico sueño)
Me enderecé en
la cama, completamente despierta.
(¿Hace cuánto
fue eso? Unas cuantas décadas ya, me imagino… Recuerdo guiarlo al lindero del
bosque. Espero que haya regresado a salvo con su familia)
¿Era ese chico
un viejo ahora? ¿O quizá ni siquiera había sido una década atrás--? Cuando la
inmortalidad está de por medio, el tiempo cambia de significado.
Nosotros los
vampiros tendíamos a no olvidarlo, pero con tantas experiencias similares a lo
largo de tantos años, uno podía fácilmente confundirlas.
…Era una
pequeña llave, incluso en las pequeñas manos del chico. Aun así me las arreglé
para conservarla, manteniéndola sobre el manto de la chimenea cerca de mi cama.
(A ver, mi
memoria no está tan nebulosa como para olvidar que Leo “solicitó” mi presencia
hoy)
Me senté en la
cama, el viejo sueño desvaneciéndose una vez más.
Luego me vestí
y me preparé para ver a Leo…
Ni siquiera
había pasado un mes, y aun así Leo había llenado su cuarto con toda clase de
curiosidades. ¿O debería decirles chatarra?
(Eso sería
grosero, ya que todo vino de esta mansión. Aunque Sebastian dijo que Leo
excavaba cosas que ni él sabía que teníamos)
Libros
desaparecían de la biblioteca, sólo para acabar aquí. Al igual que las botellas
de la bodega. ¿Y qué era eso en el suelo?
Leo: Dime, ¿hay algo que los vampiros NO puedan comer? ¿Algo que
te ponga enferma?
MC: No. Al menos, no que yo esté enterada.
La pregunta de
Leo me regresó a la realidad.
MC: Es simplemente que no necesitamos comer comida como lo
conoces. Nada malo pasa si la comemos.
Leo: Interesante. Son mucho más cercanos a nosotros de lo que
hubiera pensado.
Parte 2
Leo: ¿Qué hay de las cruces y otros símbolos religiosos? ¿Esos
tienen algún efecto?
MC: No. ¿Por qué reaccionaríamos a símbolos religiosos humanos?...
Leo, necesito preguntarte.
Leo: ¿Sí, qué pasa?
Lo miré.
…Era imposible
no mirarlo, realmente, ya que estábamos tan cerca uno del otro que nuestros
labios se estaban prácticamente tocando.
MC: ¿No crees que es extraño que estemos sentados así?
Sentados “así”
significaba sentada en el regazo de Leo.
Ahora, para ser
sincera, había llenado el cuarto tan densamente que no había otra silla.
Sin embargo,
tan pronto como entré, Leo me levantó y me sentó en su regazo como si fuera lo
más natural del mundo.
(¿Piensa que
soy un gato para cargar como le plazca? ¡Aún tengo mi orgullo de vampiro!)
Leo: ¿Hmm? ¿Quieres sentarte en otro lugar? Buena suerte
encontrando un sitio. Si realmente no quieres que te sostenga—
MC: Yo no… dije eso.
Leo: Bien. Entonces no hay problema. Me gusta sostenerte. Eres
como un gato.
(¡SÍ piensa que
soy un gato!)
Este era el
método imposible, inefable de Leo.
(Es extraño,
para un humano)
Si iba a hacer
lo que quería, entonces yo también lo haría. Reposé mi cabeza sobre su hombro y
me relajé.
MC: ¿Por qué haces tantas preguntas, Leo?
Su curiosidad
no era nada nuevo—había empezado el momento en que llegó.
Al contrario de
los otros humanos, Leo no había estado inquieto, enojado, ni asustado de estar
aquí.
Leo: Simple. Porque quiero saber todo lo que hay que saber de
ti.
(¡¿T-todo?!)
Me removí
incómodamente en su regazo.
(…¡No, no! Leo
es un hombre curioso. Sólo está curioso sobre los vampiros. ¡Eso es todo!)
¿Y cuándo me
había puesto tan cómoda estando así de cerca suyo?... C-cierto. ¡Era todo
porque había estado sola por tanto tiempo!
Estaba
Sebastian, claro. ¡No que hiciera ESTO con Sebastian! ¡O con nadie, para el
caso! No es que hiciera a Leo ESPECIAL—
(…Oh. Qué
humano tan particularmente problemático eligió Sebastian… Sé que Leo no está enamorado
de mí, pero por la forma en que habla, es fácil malinterpretar esto con amor)
Esa noche—
Sebastian: Creo que está bastante claro que está
enamorado de ti.
Parte 3
MC: Sebastian, por favor. Eso es ridículo.
Estábamos
discutiendo los eventos del día, como habíamos hecho cada noche desde la
llegada de los humanos.
MC: Leo sólo es… apasionado. Atractivo. Difícil de captar.
Aunque me captura[1] bastante. Frecuentemente.
(He estado
pasándola bien con él… Pero es sólo porque ha pasado tanto tiempo desde que
tuvimos invitados en la casa)
Sí, la última
vez fue—
Estaba ese
curioso y valiente muchachito.
Perdido, halló
su camino hasta aquí. Trajo una luminosidad y encanto a mis silenciosos,
solemnes días.
Sebastian: ¿Y qué tal si no estoy equivocado,
Madame…? Más allá, ¿podría ser incluso amor--?
Si puede imaginarse tolerando unos cuántos siglos con él, ¿por qué no
empujarlo a la cama y darle un pequeño mordisco?
(Si intentara
empujarlo en ESA cama, estoy bastante segura de que golpearía algo peligroso en
su lugar)
MC: Si estás tan interesado en que Leo se quede, ¿has
considerado morderlo, Sebastian?
Sebastian: Es mi tipo. Lo que es desafortunado, ya
que soy demasiado débil como para atreverme a intentar algo. ¿No es el talento
algo maravilloso? Estaba asombrado cuando lo divisé. ¡Se alza por encima de
otros humanos en habilidad y conocimiento!
Los ojos de
Sebastian relucieron como plata.
(…Oh cielos.
Estoy empezando a preocuparme de que Sebastian sólo haya elegido humanos que le
agradaban a él mismo)
Cuando menos
significaba que estaba comprometido a buscar su comodidad mientras estuvieran
atrapados aquí. Aun así—
MC: No importa qué clase de humano sea; No puedo convertirlo
sólo para extender mi propia vida.
Sebastian: Pero mi señora, se le está acabando el
tiempo…
Parte 4
Sebastian: … ¿No puede vivir y lidiar con las consecuencias luego?
MC: ¿Dirías eso aunque mi familia te hubiera secuestrado y
convertido, contra tu voluntad?... Lo siento, Sebastian, no quise decir… Pero
necesito tiempo para pensar. Tiempo sola.
(Sebastian es
la única familia que me queda. Y yo soy su única familia, desde que se
convirtió en vampiro)
Pero no podía
hacer esta decisión por ese motivo solamente. No sin escuchar el lado de Leo.
Sebastian: De acuerdo. Buenas noches, mi señora.
Hizo una
reverencia y dejó mi cuarto.
(Sólo quedan dos semanas hasta la luna llena)
Caminé a la
ventana y miré hacia arriba, a la brizna de luna creciendo en el cielo nocturno.
Cuando
estuviera llena y se hubiera elevado a su cénit, mi cuerpo inmortal se
transformaría en polvo.
Nadie más que
Sebastian y yo sabíamos eso.
(…¿Me he
preguntado si quizá no sería lo mejor que los sangre pura desaparecieran?
Después de todo, ¿qué caso tiene ser la última? ¿Una eternidad de soledad? Eso
es una maldición. Me dije a mí misma que si mi momento llegaba, lo aceptaría y
moriría con gracilidad…)
Es por eso que
me encerré para vivir silenciosamente en esta mansión, segura contra el mundo
gracias a su antiguo poder…
Pero la vida no
era tranquila como lo había planeado.
Hallé una
animada alegría en cada día—cada día desde que Leo había llegado.
(…No puedo
dormir. ¿Quizás iré de paseo?)
Me puse mi saco
y salí al jardín.
Sentándome al
borde de la fuente, miré al cielo y a mi destino, pendiendo sobre mi cabeza—
Leo: ¿MC? ¿Qué estás haciendo?
Parte 5
MC: Oh, Leo… Pensé que podría mirar las estrellas.
Leo: Suena romántico. ¿Aún no has visto algo interesante allá
arriba?
Se rio y se
sentó junto a mí.
MC: …No en las estrellas, no. ¿Qué hay de ti? ¿Qué te trae aquí
tan tarde de noche?
Leo: Te vi desde la ventana. Pensé en bajar a verte en persona.
Estamos protegidos por esa reja mágica tuya, pero escuché que hay un extenso y
aterrador bosque allá afuera.
(¿Estaba Leo
preocupado por mí? ¡Él mismo tiene más que preocuparse por el bosque que yo!)
Leo tenía
considerados ojos que parecían querer hacer feliz a todos a su alrededor.
(Y parece tan
en casa en este lugar. Casi parece natural tenerle aquí… Raro, ya que sólo han
pasado dos semanas)
MC: A veces, Leo, me sigues como un niño curioso. ¿Por qué?
Se apegaba a mí
desde su llegada. Preguntando si tenía tiempo para verle. Buscándome si no
respondía lo bastante pronto.
(…Los humanos
hallan la forma de destruir a nuestra especie porque nos temen como monstruos.
Pensé que todos los humanos se sentían así. Después de
todo, sus libros ni siquiera hablaban de nosotros. Nosotros, los desvanecidos,
estábamos relegados a cuentos susurrados en la oscuridad de la noche)
No que todos
los cuentos fueran falsos…
Leo: ¿Por qué te sigo? Porque… Porque tienes unos ojos tan
tristes.
MC: ¿Los tengo?
Instintivamente,
pensé en mirar mi reflejo en el agua. Pero me encontré que no podía; mi mirada
estaba atrapada en la de Leo.
Leo: Puedes estar justo aquí conmigo, pero es como si estuvieras
mirando a algo muy lejos… No puedo dejarte sola o podrías irte a algún sitio
donde no puedo seguirte.
~Fin del capítulo 1~
[1]: Juego de
palabras en inglés. MC está diciendo que Leo la agarra frecuentemente. “Grasp”
es agarrar.
~Traducción por Daisy Doe~
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