Saturday, February 22, 2020

IkeVamp - Last Love [Event] - Arthur - Capítulo 2

Last Love - Arthur - Capítulo 2

Me he enamorado del descarado escritor, Arthur. Él insiste en que quiere convertirse en vampiro, pero ¿parece haber una razón detrás de todo eso…? Sólo este amor nuestro puede conmover mi corazón así…

Parte 1
Arthur: ¿No hay forma de salvarte, MC?... ¿No puedes… amarme, como te amo…?

Esto no era lo mismo que su molestar diario. Cuando Arthur me miró a los ojos, su vívido azul me quitó el aliento.

MC: Realmente quieres decir—

Parpadee, y su seriedad se había ido.
Arthur apartó sus manos, una vivaz sonrisa en su rostro y una seca risa en sus labios.

Arthur: …Nada. ¡Una broma! Aunque, estaría bastante complacido si eso robó tu corazón. ¿Lo hizo? Todos mis últimos intentos para cortejarte no han estado a la altura, ¡lo que es bastante irritante!

(Oh. Así que, esa fue sólo otra de sus “entretenidas historias”. Bueno. Eso es… bueno)

Estaba aliviada. Y extrañamente vacía. Y me sentí fría sin su toque.

(No debo acostumbrarme a esto, o empezaré a soñar una vida con él de nuevo)

Necesitaba mandar lejos a Arthur. Forzarlo fuera de mi vida, por su protección.

MC: …Arthur, ¿qué dirías si te dijera que tengo una apuesta diferente para ti?
Arthur: Diría que tienes mi interés.
MC: Si puedes traerme un cierto objeto, te amaré como deseas y te convertiré en un vampiro.
Arthur: ¿Qué objeto es ese?
MC: Debes traerme una rosa roja. Tienes hasta la noche de la luna llena.
Arthur: Una rosa roja…

Su interesada sonrisa se convirtió en una amplia sonrisa.

Arthur: ¡Es un trato! Lo juro por mi vida, ¡te traeré la rosa más roja que hayas visto!

Hizo una ligera reverencia y se apresuró a salir por la puerta, ansioso para partir en su empresa de tontos[1].

(Lo lamento, Arthur… Nunca hallarás esa rosa aquí)

Parte 2
La chaqueta de Arthur estaba retacada con papel y una pluma, ya que había decidido no desperdiciar tiempo regresando a su cuarto para escribir.
Desde apostar con MC que le encontraría una rosa roja, había pasado todo su tiempo libre por los terrenos de la mansión, buscándola.
Día tras día… Mañana y noche…

Arthur: …Nada aquí tampoco…
Sebastian: Monsieur, ¿qué cree que está haciendo afuera tan tarde en la noche? Si está buscando una forma de dejar la mansión—
Arthur: ¡No pongas esa expresión amarga! Estoy contento de quedarme aquí por ahora. De hecho, ¡tendrías dificultad sacándome!... No hasta que encuentre una rosa roja.
Sebastian: ¿Está buscando una… rosa roja?
Arthur: Sí, hice una apuesta con MC de que le llevaría una rosa roja antes de la luna llena. Si lo hago, prometió enamorarse de mí y convertirme en vampiro. ¡Así que ya ves por qué es urgente que encuentre una!

Arthur se arrodilló para regresar a su búsqueda—

Sebastian: …No va a tener éxito.
Arthur: Un poco pronto para decir eso, ¿no crees?
Sebastian: No va a tener éxito porque no hay rosas rojas creciendo en ninguna parte de esta mansión.
Arthur: …Quizá no hayan plantado ningunas, pero su jardín es vasto. Tienen que haber rosas aquí. Sería extraño si no las hubiera.
Sebastian: Y aun así, no hay ninguna.

Parte 3
Sebastian: No va a tener éxito porque no hay rosas rojas creciendo en ninguna parte de esta mansión.
Arthur: …Quizá no hayan plantado ningunas, pero su jardín es vasto. Tienen que haber rosas aquí. Sería extraño si no las hubiera.
Sebastian: Y aun así, no hay ninguna. Yo personalmente me aseguré de que las removieran. 
Arthur: ¿Las quitaste? ¿Por qué…?
Sebastian: Madame la Comtesse no puede soportar mirar las rosas rojas sin una gran tristeza. Y yo no podía soportar ver a mi señora de así, así que removí todo rastro de ellas.
Arthur: ¿Por qué ver una rosa la pondría triste?
Sebastian: ¿Está familiarizado con el significado emblemático de las flores? Las rosas rojas significan “Te amo”. Mi señora ha vivido por siglos. Durante ese tiempo, perdió a toda su familia y a todos sus amigos. Se ha rendido con el amor.

Arthur se arrodilló en silenciosa reflexión.
Cuando alzó la mirada, había esa indomable sonrisa una vez más.

Arthur: ¿Me ha exigido algo que no existe--? Vaya, ¡es como los mitos de antaño! Sabe cómo robar el corazón de un escritor. ¡Momento de idear una solución creativa!
Sebastian: Monsieur Arthur, elegí traerle aquí creyendo que podía ser de confianza. Pero sus acciones han levantado sospechas. Una y otra vez, expresa el deseo para que Madame la Comtesse lo convierta en vampiro. Asumo que está planeando usar el poder de ella para crear vampiros para algún vil propósito—
Arthur: ¡Nunca!

La negación de Arthur fue firme y honesta.

Arthur: …Sólo pedí eso porque la mantendrá con vida… Eso es todo lo que deseo…

Arthur se fue, su máscara sonriente no ocultando su determinación tan bien como antes.

Sebastian: ¿Podría ser? ¿Sabe la verdad?

Parte 4
(…Ya me siento tan débil. Mi cuerpo apenas obedece mis órdenes…)

Afuera, pendiendo como un disco en el cielo lapislázuli, la luna estaba casi completa.

(Mañana en la noche entonces. Esa es la noche que dejaré este mundo para siempre…)

Era destino. Al menos, eso es lo que me decía a mí misma.
…Después de vivir suficiente para ver morir a todos los que amaba, finalmente era mi turno.
En el oscuro pasillo, vi una sola luz.
Un diminuto, diminuto hilo de luz. Lo seguí.
La luz creció más brillante hasta que me di cuenta de que sólo era la luz de la habitación de Arthur.

(Arthur debe seguir despierto)

Sin embargo, cuando abrí la puerta, me encontré que estaba dormido, su cabeza recostada en el escritorio.

(Mira esas pilas de papeles. Debe haberse dormido en medio de escribir)

Sonreí, viendo qué inocentemente dormía. Entonces fue cuando noté que los papeles que le rodeaban no estaban llenos de palabras.

…Estaban teñidos de rojo con tinta. La misma tinta cubría sus manos en manchas sin ton ni son.
Hoja tras hoja estaban estropeadas y dobladas. Desgarradas. Descartadas. Todas menos una—lo que hablaba la verdad de lo que había estado haciendo.

Una sola roja rosa hecha de papel doblado.

MC: …¿Por qué…?

Más allá de sus dedos manchados de tinta, vi que manos y brazos de Arthur estaban cubiertos en arañazos.
Esos no eran cortes con el papel.
Eran heridas por poner de cabeza los jardines buscando una rosa real.

(Oh, Arthur. ¿Por qué has ido a tales extremos…?

Parte 5
(¿Es todo esto por tu historia?... ¿O realmente me amas?)

No sabía lo que sentía realmente por mí. Y tenía miedo de averiguarlo.
Si el amor de Arthur era verdadero, entonces seguramente desearía por ese futuro que no debería desear.

MC: ¿No lo ves, Arthur? No importa lo que hagas por mí, no puedo morderte… No dejaré que sufras mi soledad y desesperación. No puedo soportar hacerte pasar eso… ¡E-es por eso que… no puedo…!

Aparté un mechón de su suave cabello y deposité un beso sobre su ceja.
Mis lágrimas lo tocaron también.

(…No sólo te he abierto mi corazón a ti… Me he enamorado de ti. Hace mucho)

Apartando gentilmente mis lágrimas de su durmiente mejilla, me robé su rosa de papel y dejé el cuarto.

Los ojos de Arthur se abrieron apenas se fue.

Arthur: …Todo lo que quería era mantenerte con vida… Ni siquiera tenías… que amarme también… Y aun así tú… tú…

…La noche siguiente, la luna estaba llena. Resplandecía en el cielo, un mensajero escalofriante.
La magia que sellaba la mansión se desvaneció. Las puertas se abrirían ya. Los otros se fueron a casa…

…Sólo Arthur permaneció…

Arthur: MC, es momento de terminar nuestra apuesta. ¿Te has enamorado de mí…?

~Fin del capítulo 2~

[1]: Una misión para bobos. Una tarea sin sentido, sin esperanzas.

Oh Dios. Mi corazón.

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