Thursday, February 20, 2020

IkeVamp - Last Love [Event] - Leonardo (Happy Ending)

Last Love - Leonardo (Happy Ending)

Me he enamorado del genio con múltiples talentos, Leo. Con una insaciable sed de saber, parece estar buscando algo…
Si tuviera que describir nuestro amor con una palabra, sólo podría ser llamado destino… 


Parte 1
MC: Es un reloj tan hermoso. Es una pena pensar que no volverá a funcionar.

De pronto Leo empezó a reír.

Leo: …¡Podría pasar! Nunca se sabe.
MC: ¿Qué significa eso?
Leo: Nada. Sólo… un deseo mío.

Incluso después de que se fue, sus palabras permanecieron conmigo.

Varios días pasaron, hasta que finalmente—
Mañana era la noche de la luna llena.

Sebastian: Madame la Comtesse, ¿está segura de que desea que Monsieur Leo regrese junto con los otros?
MC: Sí. Me he decidido. Gracias por todo lo que has hecho, Sebastian. Lamento que no pude cumplir tu deseo.
Sebastian: …No hay necesidad de disculpas, Comtesse. No fue correcto de mi parte tratar de forzarle a esto.

Eso era todo lo que quedaba por decir, realmente.

(Estoy triste de que nunca volveré a ver a Leo de nuevo—Pero él tiene una vida esperándole. Una persona esperándole. No es mío para tomarlo)

Ociosamente, mis dedos acariciaron la larga cadena del reloj de bolsillo de Leo. Lo había estado cargando conmigo.

Sebastian: Señorita, ¿es eso un reloj de bolsillo?
MC: Sí. Leo me lo dio… Pero no funciona. Dijo que le falta alguna parte especial.

(Debe haber sido muy importante para Leo si se mantuvo cargando un reloj descompuesto. Qué lindo sería si hubiera una forma de repararlo antes de que se fuera…)

Curioso, Sebastian pidió ver el reloj; lo examinó, luego lo regresó encogiéndose de hombros.

Sebastian: ¿Una “parte especial”, dijo? Vaya, si este reloj no le falta nada mas que una llave para dar cuerda al mecanismo, me imagino.

Parte 2
(¿Una llave?)

Esa palabra removió un viejo recuerdo.
…Tal vez un par de décadas atrás. Un jovencito me dio una llave. Su mano apretando—

…¡Apretando el reloj en su bolsillo…!

(¿Podría ser?)

Tomé la llave prometida del mantel de la chimenea.
Giré el reloj. Ahí, camuflado en la base había un pequeño orificio, construido para una pequeña llave.

La inserté. La llave encajaba.

(¡Si ese chico es Leo—! ¡No! Quizá… quizá sería mejor si pretendo que esto nunca pasó. ¡Pero no puedo! ¡Tengo que saber!)

Sebastian: Madame la Comtesse, ¿a dónde va?

Pasé corriendo fuera del cuarto.
La puerta de Leo estaba cerrada. Toqué la puerta.
Tras un momento, la abrió.

Leo: …¿MC? ¿Qué pasa?
MC: ¿Cómo fue que conseguiste esto?

Alcé el reloj de bolsillo.
Tic, tac, tic, tac. El suave sonido del reloj revivido llenaba el silencio.
Leo miró. Luego me sonrió.

Leo: …Parece que finalmente lo averiguaste.

Con una gentil risa, me invitó a pasar.

Leo: Estaba seguro de que te habías olvidado… Ciertamente no pensé que conservarías la llave que te di veinte años atrás.
MC: Lo recuerdo todo, pero no estaba esperando que regresaras tan… ¡tan diferente! 

(Eras penoso y dulce entonces. No descarado y… ¡desordenado! ¡Y eres tan alto ahora!)

Pero Leo me había dejado pistas desde el inicio.
Y sin importar cuánto su apariencia hubiera cambiado, sus ojos ambarinos permanecían iguales.

(Quizás es por eso que nunca me molestó que se sintiera tan cómodo aquí, conmigo)

Leo: Casi dije algo, pero no me sentía ansioso por recordarte el niño que era en ese entonces... Quería que la mujer que amo viera el hombre que soy ahora, supongo.

Parte 3
MC: ¿La mujer que amas?

(¿Lo escuché bien?)

Leo: ¿Recuerdas cómo dije que estaba buscando a alguien?... Ese alguien eras tú. No tomé exactamente tu consejo de alejarme de los bosques. Pero aunque busqué, nunca pude regresar a ti por mi cuenta.
MC: ¿Pero por qué querrías regresar?
Leo: …No podía dejar de pensar en ti. Pensé que cuando fuera lo bastante mayor, regresaría y te rescataría de ese oscuro y solitario bosque; mostrarte el mundo de afuera.

Se encogió de hombros como avergonzado por su sueño de la infancia, pero luego—
Leo se estiró y me sostuvo con fuerza, y no había nada mas que ternura en ese abrazo.

Leo: ¿Por qué tenías que estar sola y triste aquí cuando el mundo es un lugar tan maravilloso? Puede que haya sido sólo un chico, pero me enamoré…
MC: …Leo…

Mi corazón se estaba acelerando tan rápido.

Leo: Pregunté, busqué y busqué, pero nadie sabía de ti o de este lugar. Juré que te encontraría por mi cuenta. Para hacer eso, estudié algunas cosas—Empecé a conseguir algunas habilidades. Así es como llegué a ser conocido como el Aprendiz de Todo.

(Todo lo que hizo—Todo lo que había guiado a Leo a este punto en su vida—Lo hizo por mí. ¿Qué puedo decir?)

Mi corazón estaba a punto de estallar.

Leo: Si no me recordabas, no iba a decir nada. Pero si lo hacías… Si ese encuentro—Si yo significaba algo para ti, juré que te diría todo. ¿Es esa la razón por la que te aferraste a esa llave?

Parte 4
MC: ¡Sí…! ¿La hubiera mantenido conmigo si no fuera un importante recuerdo?

Incluso había soñado con ello.
Y ahora entendía por qué ese primer encuentro con Leo y esa llave habían sido tan importantes.

MC: …Tenías razón. Estaba sola y triste. Soy el último vampiro sangre pura, Leo. La última de mi especie, con sólo Sebastian como compañía. Ha habido muy poco qué amar en mi vida—hasta que llegaste tú.

La voz de un niño habló en mi cabeza.
“…¿Te sientes solitaria?”

(Leo era un chico extraño. Más curioso sobre mí que de toparse este extraño lugar)

MC: No había hablado con nadie sobre lo que era o lo que se sentía… hasta que tú preguntaste con tu desmesurada curiosidad. Me recordaste que alguna vez había habido más en mi vida eterna—por un corto tiempo. Quería aferrarme a esa memoria, a esos sentimientos, incluso si nunca nos encontrábamos de nuevo.

Es por eso que mantuve la llave cerca.

(Nunca soñé que regresaría)

Leo: …MC, si estás buscando un esposo, un compañero, lo que sea—elígeme.

Lágrimas de alegría se anegaron en mis ojos.
Mis labios ya estaban formando la palabra “sí”.

…Me detuve al último segundo. Esta no era una decisión para tomar apresuradamente, para él o para mí.

MC: ¿Sabes lo que me estás pidiendo…?
Leo: Sí. Estoy listo para convertirme en vampiro.
MC: Leo, hay dolor en convertirse en vampiro que va más allá de perder tu mortalidad. Pronto tendrás que ocultarte de la sociedad, o abandonarla para siempre.
Leo: Puedo seguir sin la sociedad—Estoy acostumbrado a decir adiós. Cualquiera sea el costo, estoy listo.

(…¿Estoy lista…?)

Me había preparado para morir sola. No estaba lista para la posibilidad de la vida. O el amor.

MC: …Puede que te arrepientas, sabes. Quizá no ahora, pero en cientos de años adelante.
Leo: ¿Cómo podría arrepentirme de pasar cientos de años contigo?... Finalmente te encontré… Además, esta es la última vez, ¿no es así? Si no lo pido ahora, desaparecerás y no volveré a verte nunca… ¿cierto?

Inhalé.
De algún modo, Leo había adivinado mi destino.
Alzó mi barbilla y encontró mi mirada.

Leo: No me has dicho cómo te sientes… Te amo, MC. Te amo lo suficiente como para descartar mi vida mortal por ti. Te amé entonces y te amo más ahora… ¿Tú me amas?

Parte 5
(¿Que si te amo? ¡La respuesta es obvia!)

Decidí dejar de contener mis sentimientos en mi interior, y dejarlos salir en un solo impulso.

MC: ¡Sí, te amo…!
Leo: Bien, entonces—Tiempo de mostrarme. Muérdeme, MC. Comparte todo conmigo. Lo bueno y lo malo. Estaré contigo durante todo.

(…Ni siquiera yo puedo luchar mi deseo más tiempo)

Gentilmente, tomé a Leo entre mis brazos, abrazándolo, girando su cabeza ligeramente para exponer su cuello.
Besé ahí, una lluvia de besos mientras mis instintos me guiaban al punto correcto. Un beso más, y luego—

Leo gimió mientras hundía mis colmillos. No era con dolor, no exactamente. Ya que la mordida de un vampiro está hecha para dar placer a su presa.
Pero se estremeció contra mí, su cuerpo luchando por la vida mientras la muerte vampírica lo tomaba. Lo sostuve con más fuerza, hundiendo mis colmillos más profundo.
Retirándome con un suspiro, lo mordí de nuevo, causando una nueva oleada de éxtasis para Leo mientras bebía más de su sangre dadora de vida...

La mañana siguiente…
Desperté refrescada de un profundo, reparador sueño, sólo para encontrar que Leo estaba mirándome.
Eso tenía sentido, por supuesto, ya que yacía en la cama conmigo, sus brazos rodeándome cálidamente.
Aunque estaba despierta, no podía recordar cómo habíamos acabado en la cama juntos.
Cuando le parpadee, Leo sonrió.

Leo: No eres del tipo de permanecer dormida en cama, por lo que veo.
MC: ¡No cuando despierto para encontrarte en ella!
Leo: ¿Y? ¿Eso es algo bueno o malo? Espero que sea bueno.

Leo rio, satisfecho.

Leo: Así que, ¿quieres saber por qué estoy aquí contigo? Cuando desperté después de la mordida, estabas dormida. Me imaginé que estabas cansada. Te cargué a la cama e iba a regresar a mi cuarto, pero tú agarraste mi mano mientras dormías. No me soltabas.

(Recuerdo a Leo desmayándose. No había tenido la intención de dormirme yo misma. Debe haber sido la ingesta de sangre fresca lo que lo logró)

MC: Leo, ¿cómo te sientes?

El cambio es más traumático para algunos que para otros. Había oído de heridas inmortales, y raramente, aberraciones de la sangre…

Leo: Me siento bien. Aunque, me siento como un vampiro. Fue sencillo cargarte a la cama anoche.

(Está bien entonces. Gracias al cielo. Eso significa… que realmente podemos estar juntos)

Esta mañana se sintió como la primera mañana del resto de nuestras vidas.
Sentí felicidad que no había sentido en siglos.

Leo: Pero sabes, sabiendo lo que tu mordida hace, y cómo me mordiste varias veces anoche—Digamos que no fue fácil esperar a que estuvieras despierta para vengarme.

No tuve tiempo de preguntar a qué se refería; el mundo giró mientras me encontraba de pronto acostada boca arriba.

(Para ser un vampiro menor, ¡es bastante fuerte!)

Leo yacía sobre mí, y yo bajo él.

MC: ¿Vengarte de qué, Leo?
Leo: …Verás. Es mi turno ahora. Parece que tengo unas cuantas cosas más que necesito averiguar de ti.

…Ofréceme todo. Tu cuerpo, tu corazón… e incluso tu destino…
Nuestros destinos finalmente son uno. Ahora, experimentamos los pecaminosos frutos de nuestro amor…

MC: Ohh, Leo… cuando estamos así, podemos ver… todo uno del otro…
Leo: Esa es la forma en la que quiero verte.
MC: Mmm… ¡ah…!

Donde me inspeccionaba con sus colmillos, el calor pulsaba y vibraba.

(¡Y eso fue apenas un mordisqueo!)

Me frustraba qué tan sensible esa probada de placer me había dejado. Me frustraba lo mucho que deseaba que siguiera con todo lo demás.

Leo: Ahora que lo sabes, ¿lo quieres?

(¡Sí… por favor!)

Necesitaba a Leo como necesitaba la sangre. Un deseo que iba más allá de la razón, y control.

Leo: No te preocupes. Haré que te sientas bien pronto.

Continuando en el epílogo…


~Traducción por Daisy Doe~

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