Sunday, May 10, 2020

IkeVamp - Last Love [Event] - Mozart - Capítulo 1

Last Love - Mozart - Capítulo 1

Me he enamorado del apasionado músico, Wolf. Wolf percibe mi soledad, y promete componer una canción especial para mí… Incluso si nuestro amor fuera a desvanecerse, la música que él crea nunca desaparecerá…

Parte 1
Érase una vez, había una vampira. Una sangre pura, la última de los llamados inmortales…
Ya que si no bebía de un mortal pronto, su cuerpo fallaría y moriría.

Después de siglos sola, sin conocer el amor, y con nadie mas que su mayordomo de compañía, su tiempo estaba llegando a su fin.
La última de los vampiros sangre pura se tornaría en polvo la noche de luna llena.

Y aun así, incluso si significaba su supervivencia, la última vampiro sangre pura no podía obligarse a morder a un mortal…
Ya que hacerlo cambiaría por siempre a ese mortal en un vampiro –un acto peligroso, uno que nunca podría cambiarse…

Cansada del vacío de la perpetua existencia, la última sangre pura se retiró a su mansión en lo profundo del bosque, para esperar su final.
Pero su mayordomo, el fiel vampiro menor, Sebastian, no la dejaría desaparecer tan fácilmente. Para animarla a convertir a un mortal—engañó a cinco hombres humanos de la villa y los atrapó en la mansión por medio de los extraños poderes de la mansión.

Al comienzo, temían a la última sangre pura y desfallecían sobre lo que ella podría llegar a hacerles. Pero eso sólo fue al inicio…
Con el tiempo, empezaron a abrirse con ella. Uno, en particular, pareció tornarse casi encariñado. Un cariño, pareciéndose al amor…

¿La última sangre pura elegiría convertir al mortal en vampiro…? ¿O lo liberaría, y al hacerlo, acabaría su larga historia?
La luna llena se acercaba. El poder de la mansión disminuía. El poder reteniendo a los hombres ahí desaparecería… como también la última sangre pura…

Alguna vez podría haberme quedado despierta hasta el amanecer, riendo o bailando. Lo que me mantenía despierta esta noche era el recuerdo del rostro preocupado de Sebastian.

(Tiene razón. Puedo sentirlo. Encontraré mi final para la siguiente luna llena… A no ser que muerda a uno de los mortales que ha traído hasta aquí. ¿Pero me atrevo a destruir sus vidas sólo para que la mía pueda seguir?)

Aunque el mortal que mordiera “viviría”, sería como una sombra de su existencia anterior. Se volverían un vampiro como yo.
Era eso lo que me detenía.

(…He escuchado que sus cortas vidas les traen aflicción. Pero una vida interminablemente larga no está libre de tristeza y sufrimiento)

¿Qué nos empuja a vivir cuando no hay nada esperando al final? Una infinita riqueza de horas se convierte en más tiempo desperdiciado…
¿Por qué torturarnos con la carga de una vida tan larga que eventualmente nos recostamos y esperamos para que se acabe?

(¿Es mi destino como la última sangre pura encontrar una forma de restaurar nuestra especie…? ¿No es igual de probable que nosotros los temidos “inmortales” nos acabáramos por un motivo? ¿Y que con mi muerte, nuestra historia tenga que terminar?)

Eran estos pensamientos los que evitaran que durmiera. Noche tras noche… tras noche…
Hasta que no hubiera más noches—

(¿Es eso música?)

…Una nota, seguida por otra; más rápido y más rápido me sacaron del enredado bosque de mis pensamientos para perseguir el sonido.

(Wolf está tocando el piano…)

Hechizada por su canción, me encontré caminando hacia el salón de música.
La pesada puerta estaba cerrada. Toqué una vez antes de empujarla para abrirla.

MC: ¿Sigues despierto, Wolf?

Wolf ni se giró del piano ni dejó de tocar.

Wolf: Y estás hablándome con extrema familiaridad.
MC: ¿Te desagrada? Puedo llamarte de manera más formal si lo prefieres.
Wolf: …No, está bien. Somos… amigos. Te permitiré que me llames de esa manera.

Parte 2
Sonreí ante la elección de palabras de Wolf, por reticente y complicada de ganar que hubiera sido.

(Cuando Sebastian trajo a los hombres aquí, Wolf ni me hablaba ni me respondía. Es impresionante lo mucho que ha cambiado)

Como resultado, naturalmente habíamos pasado más y más tiempo juntos.

Wolf: ¿Qué querías?
MC: Te escuché tocando y pensé en venir a escuchar la música.
Wolf: …La misma excusa que la última vez.
MC: ¿Qué puedo decir? Me calma.

El piano de Wolf había sido un consuelo en estas noches sin dormir. Tanto que casi había empezado a esperar la llegada de la noche.         
Nunca hubiera imaginado hacerme cercana al músico de lengua afilada…
Aunque por mucho que desnudara mi corazón a él y su música, aun no le había dicho de mi destino al llegar la luna llena.

(…Yo preferiría que él y los otros se fueran sin saber)

No quisiera que se sintieran culpables. Pero para Wolf especialmente, no deseaba que nada arruinara nuestro tiempo juntos.

MC: …Toca otra pieza, Wolf.

Tenía esa habilidad de apartar mi tristeza.

Wolf: Si insistes.

Aunque sonaba desinteresado, Wolf siempre accedía a mis peticiones.

(Puede que no te dieras cuenta cuán atento es, si sólo lo escucharas hablar)
La melodía que tocaba ahora era cálida y de algún modo romántica. Cerré los ojos, perdiéndome en el mundo de la música de Wolf.
(Si pudiera sólo quedarme en este mundo por siempre…)
Cuando tocaba, olvidaba mis siglos de pesar, convirtiéndome en alguien nueva y libre…
(Los humanos viven menos de un siglo, y aun así han creado más arte y cosas hermosas que mi especie en muchísimo más tiempo)
Eran como una estrella fugaz que ilumina el cielo antes de desaparecer…

Parte 3
 La mañana siguiente…
Sebastian me llamó poco después de que me vestí. Sabía lo que quería discutir.

Sebastian: Buenos días, Madame la Comtesse. ¿Ha hecho mucho progreso con los humanos?
MC: Buenos días, Sebastian. Sobre eso, diría que las cosas están yendo… bien.
Sebastian: ¿“Bien”, entonces? …Bien, ¡“bien” no es suficientemente bueno! Me fuerza la mano, Comtesse.

La sonrisa de complot de Sebastian desapareció.

Sebastian: ¡Es amor lo que necesitamos! ¡Debe hacer progreso romántico, mi señora! ¡Y pronto!
MC: ¿Cuándo se volvió esto sobre romance--?

Sabía que Sebastian deseaba que convirtiera a un humano. Esperaba que encontrara un compañero en el proceso. Pero este giro llegó de sorpresa.
Luego me presentó un palo de billar que había estado escondiendo pobremente detrás de su espalda.

MC: ¿Se supone que le haga el amor a este taco, Sebastian? Seguramente hay maneras más cómodas—
Sebastian: Es para el juego que estarás jugando en el salón, Comtesse. He preparado todo. Ahora debes elegir a uno de los humanos e invitarlo al juego. Uno productivo.

(…Son nuestros invitados, intencionalmente o no. Un juego relajante podría ser algo bueno.)

Aliviada de que su sugerencia fuera una razonable, tomé el taco…

(Mi primer pensamiento fue invitar a Wolf… ¿Aunque, estaría interesado?)

Me detuve ante el cuarto de Wolf.

(No, no puedo imaginar que lo estuviera. Dirá algo agudo y regresará a su música)

No sabía qué pasatiempos tenía Wolf antes de llegar aquí, pero no había mostrado interés en las muchas curiosidades de la mansión.
Sólo el salón de música le llamaba. Mientras estaba de pie ahí, indecisa, la puerta se abrió—

MC: ¡Oh, Wolf!
Wolf: …¿Qué estás haciendo?

Parte 4
La puerta al cuarto de Wolf se abrió mientras estaba de pie ahí—

MC: ¡Oh, Wolf!
Wolf: …¿Qué estás haciendo?

Me miró de arriba abajo, sin decir más.

MC: Yo… ¡he venido a jugar un juego contigo!

Descubierta sin estar preparada, dije la primera cosa que acudió a mi mente. Para mi vergüenza, sonó terriblemente infantil.

Wolf: ¿Qué?
MC: U-ustedes los humanos, les gustan los juegos y el ruido, ¿no? Sus ciudades siempre están tan… ¡atareadas! ¡Debes estar terriblemente aburrido ahí!... Así que, te gustaría jugar… ¿billar…?

Empujé el taco que sostenía, para que lo viera.
Wolf lucía un tanto asombrado.

(¿Piensa que me he vuelto loca?)

Wolf: ¿Es por eso que estuviste merodeando frente a mi puerta por tanto tiempo? 
MC: …¿Sabías que estaba aquí?
Wolf: Escuché tus pisadas… Eran ruidosas.

(¿Escuchó llegar una sangre pura? ¡Eso no es un logro cualquiera! ¡El oído de Wolf debe ser tan impresionante como su talento musical! ¡Si no más!)

Esa revelación no me ayudó a sacudirme la incomodidad de haber sido descubierta.
Lo que sí ayudó fue la melodiosa risa medio disimulada que brotó de sus labios.

Wolf: Eres como una niña.

Parte 5
Wolf: Eres como una niña. ¿No eres como una especie de retoño de los vampiros inmortales? Pensé que eras más grande.
MC: ¡M-mi edad no es la pregunta aquí!

Aunque tenía un punto.

(Es simplemente normal que Wolf lo hallara curioso. Incluso yo no me he sentido así de viva por siglos)

Desde retirarme a esta mansión, para esperar el fin de mis casi interminables días, no había tenido una discusión así de vivaz con… nadie.

(Me recuerda a lo que era divertirse… Es un agradable recordatorio, antes del final)

La idea de todo terminando me dejaba con un vacío hueco en el corazón.

Wolf: ¿Billar de cuatro bolas o estilo inglés?
MC: …¿Disculpa?

Wolf estaba sonriendo.

Wolf: El que sea. Te tomaré la palabra.

Las nubes sobre mi corazón se apartaron.
Wolf y yo nos movimos al salón, donde comenzamos nuestro juego, sin embargo—

(…¿Debería ser así de difícil darle a la bola?)

Aunque traté de hacer mi postura como la suya, no tuve tal suerte imitando sus aciertos.

Wolf: …¿Nunca has jugado antes, verdad?
MC: Bueno, siempre tuvimos esta mesa. Simplemente… nunca había tenido nadie con quién jugar.

Sebastian era inamovible en cuanto a qué tan impropio era para un mayordomo desafiar a una Comtesse—así que nuestro salón de juegos quedó sin usar.

Wolf: Te enseñaré. 

~Fin del capítulo 1~

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